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Al entrar en la tercera década del milenio debemos comprender que la generación mundial de residuos es uno de los problemas más acuciantes de nuestro tiempo, un subproducto inevitable del crecimiento capitalista y consumista. Una crisis que no va a desaparecer y que empeora cada año.

Esto no quiere decir que no se estén produciendo cambios, pero aún queda mucho camino por recorrer y podría decirse que, hasta la fecha, la industria del reciclado es más del siglo XIX que del XXI.

¿Cómo evolucionará el reciclado en la tercera década del siglo XXI? ¿Y qué nos deparará el futuro? Extraído de nuestro Informe sobre el Estado del Reciclaje 2020, aquí nos sumergimos en algunos factores clave que van a impulsar el futuro del reciclaje en Estados Unidos.


Los consumidores tienen poder para cambiar las cosas

Para lograr un cambio real que impulse el futuro del reciclaje, las empresas deben dejar de depender de los materiales derivados del petróleo, adoptar alternativas más sostenibles y prolongar la vida útil de los productos. Los plásticos derivados del petróleo se encuentran entre los principales responsables de la contaminación por residuos, ya que muchos materiales plásticos son totalmente irreciclables y tardan miles de años en descomponerse en el medio ambiente.

Los consumidores deben convertirse en la fuerza motriz que impulse cambios a gran escala tanto en los tipos de materiales que elegimos consumir como en la forma en que los utilizamos. El popular abandono de las botellas de agua de un solo uso es un buen ejemplo de cómo el poder de la gente puede hacer cambios más allá, pero también lo es el nuevo movimiento del Derecho a Reparar que está ganando adeptos en varios países.

En la próxima década, a medida que la educación para la sostenibilidad se vaya integrando cada vez más en el tejido social, los consumidores exigirán un etiquetado más claro en los productos, soluciones alternativas de envasado, reparaciones sencillas y rentables de aparatos y equipos, y un abandono generalizado de los plásticos en todas las industrias.


Una verdadera economía circular

Ha aumentado la popularidad en torno al concepto de economía circular, y ya se están dando pequeños pasos para ponerlo en práctica. El futuro del reciclaje está abocado a un auge de los productos circulares a medida que los fabricantes y las iniciativas de reciclaje colaboren y alcancen una masa crítica. Una vez alcanzada, los productos circulares se convertirán en la norma, con sistemas de reciclaje de circuito cerrado al 100% que garantizarán que los materiales reciclados se utilicen en productos de igual valor que el original. Vea tres sistemas innovadores que están transformando nuestra cultura de la basura.

Además, con la ayuda de tecnología tanto nueva como ya existenteLos centros de reciclaje podrán clasificar y separar los artículos con mayor facilidad. Un público educado, que también separe eficazmente los artículos, ayudará a que los flujos de residuos de reciclaje estén menos contaminados y ofrezcan más oportunidades de ser reciclados.

 

 


Revalorizar el valor

Los residuos sólo son residuos porque no los valoramos. A la hora de considerar el futuro del reciclaje, evaluar el valor de los productos en todas las fases de la cadena -desde la producción hasta la eliminación, pasando por el consumo- es crucial para garantizar que hacemos balance de nuestro uso descuidado de unos recursos finitos. La Responsabilidad Ampliada del Productor (REP ) es un intento de garantizar que esto ocurra, y durante la próxima década, su alcance se extenderá e impulsará la industria del reciclaje de diversas maneras.

Un elemento de la EPR englobará todos los costes medioambientales de un producto concreto y, aunque existe de alguna forma desde los años 90, el futuro de la industria del reciclaje dependerá cada vez más de este nuevo enfoque en la forma en que valoramos nuestros residuos. Desfabricación se convertirán en parte integrante de este proceso, manteniendo esencialmente los productos, materiales y recursos en circulación durante periodos cada vez más largos al garantizar que puedan desmontarse o reciclarse al final de la cadena.

En pocas palabras, gracias a una sólida legislación gubernamental en materia de RPE y a la continua presión de los consumidores, los precios futuros de los productos incluirán un valor o impuesto sobre el posible impacto medioambiental. Esto incentivará a los fabricantes a utilizar productos más sostenibles, a poner en marcha programas eficientes de reutilización y reparación, y a garantizar que el reciclaje sea más rápido, eficiente y barato.


Tecnología y transparencia van de la mano

Las tecnologías existentes están causando sensación en la industria del reciclaje. La identificación por radiofrecuencia (RFID) y otras tecnologías de seguimiento están proporcionando una mayor transparencia tanto durante la producción como en la posterior eliminación, lo que permite seguir y registrar todo el ciclo de vida de los productos. A lo largo de la próxima década, las iniciativas de reciclaje exigirán que un número cada vez mayor de productos formen parte de estos programas, lo que permitirá identificar métricas detalladas en una enorme variedad de puntos de datos.

Las tecnologías relacionadas con el futuro del reciclaje también se desarrollarán en los sensores de materiales que pretenden aportar una mayor eficiencia a las instalaciones tanto a escala comercial como de consumo. Garantizar la "pureza" de los flujos de residuos es uno de los principales retos a los que se enfrenta un reciclaje eficaz, y el crecimiento de los sensores de materiales producidos en serie impulsará la eficiencia de la separación en el hogar y en las instalaciones de reciclaje.


Conclusión - Menos consumo, más conservación

El futuro de la industria del reciclado pasa en gran medida por la reducción del número de materiales diferentes que se procesan juntos y por el aumento de la pureza de las materias primas producidas por el proceso de reciclado. La estandarización de los materiales en todos los productos es uno de los elementos de esta visión de futuro, basada en la conservación en lugar del consumo, reduciendo y redefiniendo lo que llamamos residuos.

También es probable que otras eficiencias en la recogida y distribución reduzcan el coste del reciclaje e impulsen aún más el sector en la próxima década. Las recogidas a demanda, junto con las recogidas integrales en acera en todo Estados Unidos, serán más eficientes gracias a la tecnología, que conectará todas las fases de la cadena a través de aplicaciones y portales centralizados.

Por ejemplo, el programa de reciclaje en la acera de Nueva York es uno de los más completos de Estados Unidos y, en su esfuerzo por alcanzar el ambicioso objetivo de cero residuos en 2030, no cesa de aumentar la eficiencia en la recogida y distribución de materiales reciclables. Denver está ayudando a educar a sus residentes en el reciclaje a través de una serie de rutas piloto diseñadas para aumentar los tipos de materiales que los residentes pueden añadir a sus carros de reciclaje. Iniciativas como éstas garantizarán que la próxima década traiga consigo un renovado énfasis en la reducción de residuos.


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