Los beneficios de la gestión de residuos para las empresas, y para el mundo en su conjunto, no pueden subestimarse.
Sin embargo, la propia industria también se enfrenta a una serie de retos que deben superarse antes de que podamos empezar realmente a abordar nuestro creciente problema de residuos.
Hablamos con nuestro cofundador y director de operaciones, Adam Pasquale, para que nos cuente en qué consisten esos retos y hacia dónde se dirige el sector de cara al futuro.
¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta actualmente el sector de la gestión de residuos? ¿Cómo cree que cambiarán en la próxima década?
Adam Pasquale: El sector es muy amplio y existen diversos problemas a los que se enfrentan los distintos segmentos de la industria.
Desde el punto de vista de los transportistas, las oportunidades de crecimiento son limitadas y el acceso al capital para impulsar ese crecimiento también es un reto.
Para el sector en su conjunto, debe haber más transparencia, responsabilidad y validación.
Desde el punto de vista del consumidor, el sector del reciclaje va a la zaga de muchos otros sectores en lo que respecta a la experiencia y el servicio al cliente. Además, la falta de transparencia sobre el destino de los materiales, la falta de estandarización del sector, que socava la rendición de cuentas, y la incoherente educación de los consumidores agravan aún más el problema.
Para el sector en su conjunto, debe haber más transparencia, responsabilidad y validación. Necesitamos una visión más clara de las prácticas de reciclado, más datos para responsabilizar al sector y la validación de cuándo se realizan las recogidas y dónde se entregan. El desarrollo de nuevas tecnologías nos está ayudando a conseguir todo esto.
Por último, la apropiación del problema es crucial para abordar lo que se ha convertido en una cuestión verdaderamente mundial.
¿Qué tecnologías o avances prometedores cree que darán forma al sector de la gestión de residuos en un futuro próximo?
Adam: Para encontrar las tecnologías o los avances que tendrán mayor repercusión, hay que ver dónde están los mayores problemas. Como industria, tenemos que centrarnos en resolver los problemas más grandes y amplios posibles antes de ocuparnos de los más pequeños. En mi opinión, primero tenemos que centrarnos en la infraestructura de sistemas que capta los datos. Si no se puede medir, no se puede mejorar.
Algunas tecnologías prometedoras que impulsan la industria en la dirección correcta son:
- Cámaras
- Registros digitales DOT
- Métricas de seguridad digital y de rendimiento
- Optimización de rutas
- Seguimiento
¿Cómo podemos cambiar la mentalidad de los ciudadanos sobre los residuos? ¿Podemos abandonar la mentalidad del uso único?
Adam: La educación siempre es clave. Independientemente del flujo de materiales, añadir visibilidad al flujo de materiales y a su destino una vez recogidos puede animar a la gente a reciclar más. Es una relación de tira y afloja: los ciudadanos y los trabajadores empiezan a preocuparse por el destino de sus materiales, pero nosotros, como industria, tenemos que asegurarnos de que el trabajo que hacen no se desperdicia.
Además de lo que puede hacer la industria, todos debemos pensar de forma diferente sobre los envases en su conjunto.
Además de lo que puede hacer la industria, todos debemos pensar de forma diferente sobre los envases en su conjunto.
Los plásticos son el principal problema al que se enfrenta la industria hoy en día. El desarrollo y la concienciación sobre el daño que causan los plásticos deberían estar en la mente de todos.
Debemos abandonar la mentalidad del "uso único". Como ciudadanos tenemos que ser conscientes del problema antes de poder hacer cambios conscientemente: las tazas de café reutilizables, los cubiertos, los envases de bebidas, etc. son omnipresentes. El verdadero cambio empieza a nivel de los envases y de las empresas, que se comprometen a abastecerse de envases reutilizados o reutilizables. El siguiente paso sería animar a los consumidores a llevar sus propios envases reutilizables a la cafetería o al supermercado.
¿Cree que los gobiernos deberían desempeñar un papel más importante en la gestión de residuos? ¿Es suficiente la educación?
Adam: El Gobierno dispone de herramientas para presionar a la industria para que cambie más rápido de lo que lo haría por sí sola. Por supuesto, las políticas que se pongan en marcha deben ser responsables. El cambio lleva tiempo, y cualquier intervención gubernamental debe ser muy colaborativa.
El sector de los residuos es un ecosistema complejo en el que intervienen muchos agentes diferentes. Harán falta medidas extremas, como prohibir determinados materiales en todo el país, para evocar el cambio necesario. Las mejores políticas que se pongan en marcha fomentarán la innovación y la inversión en tecnologías verdes, al tiempo que crearán oportunidades económicas que incentiven y aumenten las tasas de reciclaje.
¿Qué tipo de fuentes de ingresos pueden crearse a partir de los residuos? ¿Cree que en el futuro habrá fuentes de ingresos especialmente prometedoras?
La oferta de materiales está ahí, la demanda de materiales está ahí, el reto es ampliarlas y conectarlas.
Adam: Todos los flujos de materiales tienen un valor inherente y pueden ser valiosos. Hay muchas salidas prometedoras para los flujos de materiales. Como ocurre con cualquier tipo de bien de consumo o flujo de materiales, es necesario contar con una infraestructura que extraiga el máximo valor. La oferta de materiales está ahí, la demanda de materiales está ahí, el reto es ampliarlas y conectarlas.
Además de la existencia de infraestructuras, también hay barreras que dificultan la entrada de los recién llegados al mercado. Actualmente hay muchas barreras legislativas de infraestructura que impiden que los mercados se desarrollen y conviertan estos materiales en materias primas.
El flujo de materiales con más potencial -y en el que podemos centrarnos para lograr el mayor impacto ambiental- es el de los residuos alimentarios y orgánicos.
¿Qué opina del envío de residuos al extranjero? ¿Tiene Estados Unidos capacidad para procesar la cantidad de residuos que genera?
Adam: Debemos invertir en infraestructuras nacionales capaces de procesar los residuos de nuestra nación.
Desde el punto de vista medioambiental, no tiene sentido enviar residuos al extranjero. Los recursos necesarios para enviar los materiales a las instalaciones en el extranjero anulan los beneficios de reciclarlos en el extranjero. Y a menos que se haga un seguimiento de los materiales hasta las instalaciones de reciclaje, no hay forma de validar que se están reciclando. Esto agrava el problema local, y convertirlo en un problema global carece de sentido.
Los problemas a los que nos enfrentamos actualmente con la prohibición de las importaciones chinas arrojan luz sobre la necesidad de contar con más infraestructuras nacionales. Este asunto ha permitido que todo el mundo vea el vacío que existe en la industria. Cualquier país puede tomar la iniciativa de invertir en sus propias infraestructuras. La colaboración internacional en la economía mundial en ciernes puede ayudar a beneficiar este problema si no se dispone de inversión nacional.
¿Es posible alcanzar el "residuo cero" cuando se trata de sistemas tan grandes (por ejemplo, un Estado o una nación)? ¿Pueden atenderse las distintas necesidades de cada zona con un único planteamiento?
Para abordar este problema, es necesario que haya compromiso, avenencia, comunicación y colaboración.
Adam: Sí, pero es necesaria una enorme colaboración. Este es un problema al que no sólo se enfrentan entidades individuales, sino todo nuestro planeta. Para abordar este problema, tiene que haber compromiso, compromiso, comunicación y colaboración. Esto tampoco sería posible sin el uso de las nuevas tecnologías.
En cuanto a las diversas necesidades de las distintas entidades, la colaboración en torno a una declaración de objetivos sólida puede ayudar a simplificar las distintas necesidades de las distintas áreas. Cada individuo, empresa y municipio tiene una variedad de retos y objetivos aislados. Dada la complejidad del sector, creo que si se tiene una dirección firme y se simplifican las cosas, los ambiciosos objetivos de "cero residuos" vendrán solos. El objetivo sencillo debe ser desviar todo lo posible y abordar cada proyecto u objetivo con una mentalidad creativa y resolutiva.
Para saber más sobre las ventajas de la gestión de residuos para las empresas, lea aquí.